domingo, 3 de agosto de 2014

Capítulo 27: "¿Podría ser hoy la señorita Bieber?."

Lo primero que se me vino a la cabeza cuando lo vi fueron todos y cada uno de los recuerdos que había guardado con llave en lo más profundo de mi mente como si se hubiera abierto la caja de pandora, después sentí miedo y por último...no había nada, ni siquiera ira era como si todo en mi se hubiera congelado y eso era lo que más rabia y terror me infundía. Quería estar enfadada para poder enfrentarme a él como nunca lo había hecho, quería que esa ira sacase todo el valor que había en mí y gritarle que era un maldito hijo de pu*ta y que ya no iba a temerle más pero ni siquiera era capaz de eso, solo estaba parada en mitad del salón  sin poder abrir la boca y sin poder sentir nada, solo había vuelto a ser la niña asustada que no tenía a su mamá.
-Princesa ¿por qué no me habías dicho que tenías novio?-Mi padre se levantó y se acercó a mí para rodearme con un brazo la cintura y atraerme a él.-
Lo aparté de mi lado con un empujón bajo la atenta mirada de Alex. En ese mismo instante todo volvió a mí como si me hubieran golpeado con un montón de mier*da.
-¡No me llames princesa y no tengo novio!.-Me moví rápidamente hacia la puerta.-¡Quiero que te largues de aquí!-Esta vez me dirigí a Alex.-
-No le hables así al pobre chico.-Mi padre se interpuso entre Alex y yo.-
-¡Este "pobre" chico hizo que me ingresaran en el hospital grave porque me dio una jodida paliza, así que no me digas que no le hable así!-Aparté a mi padre y puse un dedo acusador en el pecho de Alex.-¡TIENES UNA ORDEN DE ALEJAMIENTO Y SI NO QUIERES QUE LLAME A LA POLICÍA MÁS VALE QUE ESTES FUERA DE ESTA CASA Y FUERA DE MI VIDA!-Escupí cada palabra lanzándolas contra él como cuchillas.-
Esperaba que se enfrentara a mí pero no vi venir su tranquilidad. Cogió mi mano con cariño y la apartó de su pecho, cuando estaba a la altura de mi cadera la soltó.
-Esa orden de alejamiento no sirve aquí.-Había algún tipo de amenaza en su voz.-
Lancé mi mano contra su cara dejándole la mano marcada en su mejilla. Mi padre corrió hacia mi y me cogió en brazos como si fuera una niña pequeña para apartarme de Alex.
-¿¡Vas a permitir que este capu*llo se quede aquí!?-Mi padre se quedó callado.-¿¡No vas a decir nada!? ¡Casi me mata!
-Si te pegó seguramente lo hizo con razón.
Toda la fuerza que tenía abandonó mi cuerpo, sabía que mi padre era un maldito bastardo pero no esperaba que llegase a defender a la persona que casi mata a su hija.
-A veces me arrepiento de no haber puesto a tu madre en su lugar cuando se lo merecía, si lo hubiera hecho ahora ella estaría aquí. Eres exactamente como ella por eso entiendo que tu novio lo hiciera.
-¡SUELTAME!-Golpeé con mi codo directamente a sus costillas y él me dejó caer, escuchaba la risa de Alex rebotando en mis oídos.-No vuelvas a hablar de mamá. ¡Su muerte es por tu culpa. Tú la empujaste a que de tomara ese maldito bote de pastillas y nunca te lo voy a perdonar!-Me posicioné enfrente de mi padre.-Pero yo no voy a dejar que me destruyas como lo hiciste con ella, empezaré la universidad y me largaré de esta casa y no vas a detenerme. Y ¿sabes? pienso cambiar mi apellido porque todo lo que tiene que ver contigo me produce asco.-Me volví hacía la puerta para salir huyendo.-
-Pues mientras que eso pasa vas a tener que acostumbrarte a que tu novio este aquí porque va a trabajar conmigo.-Mi padre se rió de la manera más cínica que había escuchado nunca.-
Casi vomito después de haber escuchado esas malditas palabras pero ya no iba a ser débil más. Cuando ya estaba casi en la puerta me giré para decir una última cosa.
-Primero, no es mi novio y segundo no le tengo miedo ni a él ni a ti.
Cerré la puerta detrás de mí dando un portazo.
Cuando ya no estaba al alcance de las miradas de esos... no tenía ni palabras para definirlos me derrumbé. Esto se estaba convirtiendo en un infierno en el que yo me estaba consumiendo y lo que más miedo me daba era que Justin acabase salpicado de esto también.
-¿Qué ha pasado?-Justin corrió escaleras abajo para ponerse a mi lado y ayudarme a sostenerme.-
-Ne-necesito salir de aquí ahora.
Justin me tendió unas llaves, justo cuando mi padre y el bastardo de Alex salían del salón, ambos sonriendo como si les acabase de tocar un millón de euros. Me aparté de Justin para que no sospecharan nada y en su camino a las escaleras Alex le dio un golpe a Justin con el hombro, casi me lazo a su cuello para matarlo pero reuní todas mis fuerzas para retenerme.
-El nuevo es un completo capu*llo, acaba de llegar y ya se cree el amo de esto. Lo que no entiendo es porque tu padre lo trato como a un hijo.
Una sonrisa irónica se me dibujó en la cara, no sabía ni siquiera el por qué. Solo tenía claro que Justin no sabía que el nuevo, el que era un completo capu*llo era Alex, el chico al que le gritó por teléfono que me dejara en paz cuando llamó, el chico que casi me mata pero por la reacción de Alex al ver a Justin sabía que conocía la relación entre Justin y yo, y que de esto no saldría nada bueno.
-¿No sabes el nombre del nuevo?-Pregunté lo más serena que pude.-
Justin negó con la cabeza.
-¿Tiene algo que ver con él por qué de tus lágrimas y de que quieras salir de aquí?
Asentí, era incapaz de hablar.
Justin agarró mi mano con fuerza y me sacó de la casa. Cuando estuvimos fuera Justin cogió mi cara entre sus manos y me besó tiernamente, por unos segundos me olvidé de todo pero cuando Justin se separó de mí todos los problemas volvieron a hacerse presentes.
-Saquemos a la señorita Moore...
Antes de que pudiera continuar le interrumpí.
-¿Podría ser hoy la señorita Bieber?-Tenía una esperanza de que algún día me pudiese casar con él y me cambiara mi maldito apellido, soñar con un futuro junto a Justin se estaba convirtiendo en mi pasatiempo favorito.-
Justin me sonrió en respuesta.
-Hoy podemos ser quien tú quieras ser, haré todo lo posible para que hoy sea un día especial para ti y para que consigas lo que más desees, haré de tu 18 cumpleaños un día inolvidable.-Justin me volvió a besar con toda su ternura.-
-Siento estropear este momento pero antes tengo que contarte lo que ha pasado. Creo que tienes que saberlo pero antes dos cosas.-Justin asintió.-Primero, sacame de aquí, y segundo, prometeme que no vas a hacer nada, estoy bien y ya no soy más débil y todo gracias a ti.
Justin volvió a asentir pero esta vez preocupado.
-Pues entonces saquemos a la señora Bieber de aquí.-Ambos corrimos fuera de los jardines de la casa y nos metimos en su coche, estaba ilusionada porque me dejó conducir a mí.-
En la seguridad del coche, donde estábamos a salvo de miradas curiosas Justin dejó pequeños besos desde mi oreja hasta mi cuello haciendo que todo el bello de mi cuerpo se erizara.
-Me va a encantar que hoy seas la señora Bieber, espero que en algún futuro no muy lejano lo seas de verdad.

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