martes, 9 de septiembre de 2014

Capítulo 28: " Como hagas un comentario TE-MA-TO."

En un principio pensé que iríamos al lago, lugar que se había convertido en nuestro pequeño refugio pero no fue así, al final acabamos en la puerta de su apartamento.
-He pensado que podría prepararte una comida especial de cumpleaños y después podemos ver una película o hacer lo que tu quieras.-La sonrisa de Justin le iluminaba la cara.-
Justin consiguió contagiarme su ilusión y era incapaz de decirle que no. Juntos registramos todos los armarios de la cocina en busca de ingredientes para preparar una deliciosa comida. Al final nos decidimos por preparar una pizza casera.
Una faceta que no conocía de Justin era su buena mano en la cocina, no se podía decir que era todo un profesional pero tampoco lo hacía nada mal. Me encantaba la forma en la que torcia la boca cuando se concentraba. Mientras la pizza se hacia en el horno entre ambos pusimos la mesa, parecía que estábamos casados y solo pensar en ello me dibujaba una sonrisa, a pesar de lo mal que había empezado mi día.

...

-¿Ya estás más tranquila?
Al principio no sabía de que me estaba hablando pero al final la imagen de Alex en el salón de mi casa me golpeó y por un momento sentí que me iba a desmayar pero usando todas mis fuerzas me contuve e intenté parecer lo más tranquila posible.
-Si...Bueno...creo que te debo una explicación. Pero Justin, no puedes enfadarte ni puedes hacer ninguna tontería. No quiero que por mi culpa te pase nada, solo te lo cuento porque creo que deberías saberlo y también quiero que sepas que ya no soy la chica que era antes a la que la manejaban como querían y a la que le daba miedo todo. Ahora soy fuerte y puedo enfrentarme a todo lo que se me ponga por delante. ¿De acuerdo?.-Justin asintió levemente y en su mirada se podía ver la preocupación.-El chico nuevo...es...Alex.-Cerré los ojos esperando la reacción de Justin.-
Al principio no se escuchaba nada así que me decidí a abrir los ojos y me asusté. Justin cerró sus manos en puños, estaba rojo de la ira y tenías los labios apretados formando una sola línea. De un golpe se levantó de la mesa tirando su silla hacia atrás.
-¡Voy a matarlo! ¡Te juro que voy hacer sufrir a ese maldito Hijo de Pu*ta! Va a desear haberse quedado en Londres.-Se acercó a la puerta.-
Me levanté de un salto y corrí para interponerme entre la puerta y él.
-¡Para y escuchame! No vas a hacer nada ¿de acuerdo? Seguro que ya sospecha de que tú y yo tenemos algo no podemos darle más motivos para creerlo. Sé que se lo va a decir a mi padre en cuanto lo sepa seguro y no me puedo permitir perderte. Si tu no estás yo me muero.
Al escuchar mis últimas palabras Justin se paró y por fin dirigió su mirada a mí.
-Se lo contaremos a tu padre, lo que te hizo.
-Él ya lo sabe y cree que estuvo totalmente justificado así que eso no nos va a ayudar. Justin...ya no tengo miedo de él, puedo mantenerlo a raya y si intenta tocarme puedo pararlo, sabes que después de aquello mis tíos me apuntaron a defensa personal y puedo hacerle mucho daño. No hagas ninguna locura te lo ruego...-Sin darme cuenta unas lágrimas empezaron a recorrer mis mejillas.-
-Shh, no llores por favor. No vas a perderme.-Justin me abrazó.-Te prometo que no haré nada pero como te toque de nuevo lo mataré.
-El único al que permitiré tocarme es a ti.-Me sequé las lágrimas mientras me reía.-
-Eso espero señorita Bieber, o si no habrá graves...
No pudo terminar porque yo lo estaba besando, al principio el beso fue lento y dulce pero después ambos nos devoramos con pasión. Esto era justo lo que necesitábamos, estar solos él y yo en nuestra pequeña burbuja. Él me agarró más fuerte de la cintura y me apretó contra él, sentí a su pequeño amigo rozar con mi pierna.
Conseguí separarme para tomar aire.
-Creo que hoy voy a aprovechar bastante ese permiso para tocarte.-Ambos empezamos a reírnos.-
Cuando Justin intentó besarme de nuevo me separé de él y eché a correr hacia su dormitorio, tenía ganas de jugar, de soltarme por primera vez en mi vida.
-Por mucho que corras no vas a escaparte pequeña.-Justin corrió detrás de mí.-
Para escapar de él me subí en su cama y en el momento en él que iba a saltar al otro lado Justin me agarró y me tiró en la cama poniéndome debajo suya.
-Te atrapé.
Justin volvió a atrapar mis labios, saboreandolos casi hasta el punto de la locura. Un calor repentino empezó a subir por mi cuerpo, metí las manos por debajo de su camiseta tocando sus abdominales para después sacársela por encima de la cabeza. Acto seguido Justin hizo lo mismo con la mia, abandonó mis hinchados labios para dejar un reguero de húmedos besos por mi cuello y mi pecho mientras con una mano buscaba en mi espalda el broche del sujetador. Cuando por fin logró dar con él, me incorporé para que pudiese quitarmelo con más facilidad. Los tirantes empezaron a resbalar por mis brazos pero antes de quitarmelo completamente Justin se paró y me miró fijamente.
-¿Estás segura de que esto es lo que quieres?
Tenía la respiración muy agitada y veía imposible que pudiese hablar pero al final conseguí susurrar un si. Eso fue todo lo que necesitó Justin para seguir con sus besos y liberarme completamente del incómodo sujetador. Creí escuchar una puerta cerrarse pero estaba tan excitada que no le di importancia. Pequeños gemidos se escapaban de mi boca, no podía controlarlo pensé que moriría de placer en algún momento.
-¡Justin ya estamos...!...aquí.-Ryan y Ali entraron en la habitación de golpe.-
Justin se levantó rápidamente y me puso detrás suya para taparme.
-Ups, creo que hemos interrumpido algo.-Ali estaba apunto de empezar a reírse.-
Me puse roja como un tomate y me acurruqué más en la espalda de Justin.
-Creía que ibais a venir a las seis y media y son las cinco.-Justin les gruñó.-
-Veníamos a avisarte para que te prepararas y después ir a por _______________ para salir de fiesta, no imaginábamos que ibais a estar aquí los dos....mmm...ocupados.
Justin volvió a gruñirle a Ryan mientras Ali se reía sin parar.
-¿Podéis esperar fuera mientras nos vestimos?-Justin estaba controlándose para no matar a Ryan.-
-Claro.
Una vez que Ali y Ryan salieron de la habitación Justin y yo empezamos a vestirnos.
-Menudo pilladón nos han hecho.-No pude evitar que se me escapara una carcajada.-
-Pues sí, la próxima vez tendremos que tener más cuidado o instalar un pestillo.-Justin empezó a reírse también.-

....

Cuando salimos al salón Ryan y Ali se empezaron a reír pero decidimos ignorarles, no habíamos hecho nada malo.
-Metete a la ducha y arreglate Bieber que nos vamos de fiesta. Hay que celebrar que ___________ cumple los 18 por todo lo alto.
-Sí, mientras las chicas nos vamos a arreglarnos también.
Ali no me dio la oportunidad de oponerme me agarró del brazo y me arrastró a su coche.
-Vamos a tu casa para que te arregles.-Veía venir la risita de Ali.-
-Como hagas un comentario TE-MA-TO.

Por suerte Ali no hizo ningún comentario respecto a lo que habían interrumpido hacía unos minutos. Cuando llegamos a mi casa me di cuenta de que no le había advertido a Ali sobre Alex pero cuando lo iba a hacer él apareció ante nosotras.
-Cuanto tiempo Ali.


domingo, 3 de agosto de 2014

Capítulo 27: "¿Podría ser hoy la señorita Bieber?."

Lo primero que se me vino a la cabeza cuando lo vi fueron todos y cada uno de los recuerdos que había guardado con llave en lo más profundo de mi mente como si se hubiera abierto la caja de pandora, después sentí miedo y por último...no había nada, ni siquiera ira era como si todo en mi se hubiera congelado y eso era lo que más rabia y terror me infundía. Quería estar enfadada para poder enfrentarme a él como nunca lo había hecho, quería que esa ira sacase todo el valor que había en mí y gritarle que era un maldito hijo de pu*ta y que ya no iba a temerle más pero ni siquiera era capaz de eso, solo estaba parada en mitad del salón  sin poder abrir la boca y sin poder sentir nada, solo había vuelto a ser la niña asustada que no tenía a su mamá.
-Princesa ¿por qué no me habías dicho que tenías novio?-Mi padre se levantó y se acercó a mí para rodearme con un brazo la cintura y atraerme a él.-
Lo aparté de mi lado con un empujón bajo la atenta mirada de Alex. En ese mismo instante todo volvió a mí como si me hubieran golpeado con un montón de mier*da.
-¡No me llames princesa y no tengo novio!.-Me moví rápidamente hacia la puerta.-¡Quiero que te largues de aquí!-Esta vez me dirigí a Alex.-
-No le hables así al pobre chico.-Mi padre se interpuso entre Alex y yo.-
-¡Este "pobre" chico hizo que me ingresaran en el hospital grave porque me dio una jodida paliza, así que no me digas que no le hable así!-Aparté a mi padre y puse un dedo acusador en el pecho de Alex.-¡TIENES UNA ORDEN DE ALEJAMIENTO Y SI NO QUIERES QUE LLAME A LA POLICÍA MÁS VALE QUE ESTES FUERA DE ESTA CASA Y FUERA DE MI VIDA!-Escupí cada palabra lanzándolas contra él como cuchillas.-
Esperaba que se enfrentara a mí pero no vi venir su tranquilidad. Cogió mi mano con cariño y la apartó de su pecho, cuando estaba a la altura de mi cadera la soltó.
-Esa orden de alejamiento no sirve aquí.-Había algún tipo de amenaza en su voz.-
Lancé mi mano contra su cara dejándole la mano marcada en su mejilla. Mi padre corrió hacia mi y me cogió en brazos como si fuera una niña pequeña para apartarme de Alex.
-¿¡Vas a permitir que este capu*llo se quede aquí!?-Mi padre se quedó callado.-¿¡No vas a decir nada!? ¡Casi me mata!
-Si te pegó seguramente lo hizo con razón.
Toda la fuerza que tenía abandonó mi cuerpo, sabía que mi padre era un maldito bastardo pero no esperaba que llegase a defender a la persona que casi mata a su hija.
-A veces me arrepiento de no haber puesto a tu madre en su lugar cuando se lo merecía, si lo hubiera hecho ahora ella estaría aquí. Eres exactamente como ella por eso entiendo que tu novio lo hiciera.
-¡SUELTAME!-Golpeé con mi codo directamente a sus costillas y él me dejó caer, escuchaba la risa de Alex rebotando en mis oídos.-No vuelvas a hablar de mamá. ¡Su muerte es por tu culpa. Tú la empujaste a que de tomara ese maldito bote de pastillas y nunca te lo voy a perdonar!-Me posicioné enfrente de mi padre.-Pero yo no voy a dejar que me destruyas como lo hiciste con ella, empezaré la universidad y me largaré de esta casa y no vas a detenerme. Y ¿sabes? pienso cambiar mi apellido porque todo lo que tiene que ver contigo me produce asco.-Me volví hacía la puerta para salir huyendo.-
-Pues mientras que eso pasa vas a tener que acostumbrarte a que tu novio este aquí porque va a trabajar conmigo.-Mi padre se rió de la manera más cínica que había escuchado nunca.-
Casi vomito después de haber escuchado esas malditas palabras pero ya no iba a ser débil más. Cuando ya estaba casi en la puerta me giré para decir una última cosa.
-Primero, no es mi novio y segundo no le tengo miedo ni a él ni a ti.
Cerré la puerta detrás de mí dando un portazo.
Cuando ya no estaba al alcance de las miradas de esos... no tenía ni palabras para definirlos me derrumbé. Esto se estaba convirtiendo en un infierno en el que yo me estaba consumiendo y lo que más miedo me daba era que Justin acabase salpicado de esto también.
-¿Qué ha pasado?-Justin corrió escaleras abajo para ponerse a mi lado y ayudarme a sostenerme.-
-Ne-necesito salir de aquí ahora.
Justin me tendió unas llaves, justo cuando mi padre y el bastardo de Alex salían del salón, ambos sonriendo como si les acabase de tocar un millón de euros. Me aparté de Justin para que no sospecharan nada y en su camino a las escaleras Alex le dio un golpe a Justin con el hombro, casi me lazo a su cuello para matarlo pero reuní todas mis fuerzas para retenerme.
-El nuevo es un completo capu*llo, acaba de llegar y ya se cree el amo de esto. Lo que no entiendo es porque tu padre lo trato como a un hijo.
Una sonrisa irónica se me dibujó en la cara, no sabía ni siquiera el por qué. Solo tenía claro que Justin no sabía que el nuevo, el que era un completo capu*llo era Alex, el chico al que le gritó por teléfono que me dejara en paz cuando llamó, el chico que casi me mata pero por la reacción de Alex al ver a Justin sabía que conocía la relación entre Justin y yo, y que de esto no saldría nada bueno.
-¿No sabes el nombre del nuevo?-Pregunté lo más serena que pude.-
Justin negó con la cabeza.
-¿Tiene algo que ver con él por qué de tus lágrimas y de que quieras salir de aquí?
Asentí, era incapaz de hablar.
Justin agarró mi mano con fuerza y me sacó de la casa. Cuando estuvimos fuera Justin cogió mi cara entre sus manos y me besó tiernamente, por unos segundos me olvidé de todo pero cuando Justin se separó de mí todos los problemas volvieron a hacerse presentes.
-Saquemos a la señorita Moore...
Antes de que pudiera continuar le interrumpí.
-¿Podría ser hoy la señorita Bieber?-Tenía una esperanza de que algún día me pudiese casar con él y me cambiara mi maldito apellido, soñar con un futuro junto a Justin se estaba convirtiendo en mi pasatiempo favorito.-
Justin me sonrió en respuesta.
-Hoy podemos ser quien tú quieras ser, haré todo lo posible para que hoy sea un día especial para ti y para que consigas lo que más desees, haré de tu 18 cumpleaños un día inolvidable.-Justin me volvió a besar con toda su ternura.-
-Siento estropear este momento pero antes tengo que contarte lo que ha pasado. Creo que tienes que saberlo pero antes dos cosas.-Justin asintió.-Primero, sacame de aquí, y segundo, prometeme que no vas a hacer nada, estoy bien y ya no soy más débil y todo gracias a ti.
Justin volvió a asentir pero esta vez preocupado.
-Pues entonces saquemos a la señora Bieber de aquí.-Ambos corrimos fuera de los jardines de la casa y nos metimos en su coche, estaba ilusionada porque me dejó conducir a mí.-
En la seguridad del coche, donde estábamos a salvo de miradas curiosas Justin dejó pequeños besos desde mi oreja hasta mi cuello haciendo que todo el bello de mi cuerpo se erizara.
-Me va a encantar que hoy seas la señora Bieber, espero que en algún futuro no muy lejano lo seas de verdad.

domingo, 27 de julio de 2014

Capítulo 26: "Esto no me podía estar pasando a mí."

Flashback*
Era mi primer trabajo serio e importante con Thomas Moore. Estaba muy nervioso quería hacerlo bien y llevarme una buena recompensa. Solo teníamos que entrar en un antiguo departamento de bomberos, ahora ocupado por una banda que había llegado de Las Vegas y que al parecer querían jo*der nuestros negocios y el señor Moore no iba a permitir que se burlasen de él tan fácilmente, era un trabajo sencillo y solo habís que quemarlo todo con todos esos bastardos dentro. Al principio me costó digerir la idea de matar a tantas personas, pero el hecho de haberse cargado a 4 personas en los pocos meses que llevaba con Thomas había ayudado a poder dejar de pensar en ello.
Iba en el coche con Ryan y Peter, y en otro iban Thomas y Mark.
Entramos allí armados hasta los dientes pero algo no fue bien, había más hombres de lo que pensamos y nos superaban en número, Ryan, Peter y yo teníamos que distraerlos mientras Mark y Thomas echaban gasolina por todo el lugar. Todo pasaba demasiado rápido, empezaron a volar tiros por todos lados y todo el mundo comenzó a gritar. Estaba completamente solo no podía ver ni a Ryan ni a Peter, me deshice de unos cuantos tipos y corrí en busca de mi mejor amigo, había mucha gente corriendo de un lado de otro y entonces lo vi, Ryan estaba acorralado por un tipo, este lo apuntaba con un arma y yo sin pensármelo dos veces corrí hacia ellos y cuando estuve lo bastante cerca saqué mi pistola y un tiro limpio le atravesó la cabeza.
En ese momento empezaron a escucharse gritos que avisaban de fuego, los tres salimos corriendo hacia la puerta principal y cuando estuvimos fuera la bloqueamos dejando a esa basura adentro.
...
Esa noche celebramos hasta las tantas hubo alcohol y sexo, mucho sexo. Durante unas semanas todo estuvo tranquilo hasta que recibimos una llamada era uno de los hermanos Trevor jurandonos venganza y entonces fue cuando él me nombró, el hombre al que había disparado era su hermano pequeño y el me juró que me haría pasar por un dolor así, el dolor de perder alguien a quien quería.
*Fin del flashback*
-No volvimos a saber nada de ellos hasta...hoy.-Justin se rascó la nuca.-Ryan y yo lo hemos estado hablando y...hay algo raro en todo esto. No sabemos como se enteraron de que tú estabas aquí, ni siquiera sabían que Thomas tenía una hija, tu padre ha tenido mucho cuidado con eso así que alguien ha tenido que decírselo...
Eso me preocupaba, si alguien cercano era el que estaba "espiando" no había muchas posibilidades de que esto saliera bien, en algún momento nos pillarían con la guardia baja y estábamos acabados, o por lo menos yo estaba acabada, estaba segura de que mi padre no iba a renunciar a nada de lo que había conseguido por mí, se había vuelto un hombre egoísta y sin corazón.
Me incoroporé en la cama, de nuevo con mucho cuidado para no darle a Justin en el hombro y no hacerle daño. Miré a Justin unos segundos antes de poder deshacer el nudo de mi garganta y hablar.
-Necesito que me prometas algo...-Trague saliva, no sabía como Justin reaccionaría a lo que tenía que decirle. Sabía que había muchas posibilidades de que al final ese Trevor me atrapara y había más posibilidades de que mi padre no hiciera nada al respecto.- Prometeme que pase lo que pase harás lo que mi padre diga, que no cometerás una locura.
Solo la idea de que a Justin le pasase algo por mi culpa me ponía enferma. Quería a Justin vivo y sano aunque yo no estuviera con él.
-¿A que te refieres?.-A Justin se le veía confuso.-
-A nada en partícular, solo necesito que me lo prometas.-Ahí había soltado una de mis mentiras de nuevo.-
-Te lo prometo.

---

Justin ya había salido del hospital, mi padre le dio un par de días para que terminara de reponerse y en ese maldito par de días yo no lo había visto. Me estaba empezando a volver loca sin él.
Ali había estado llamando todo el día para felicitarme, por fin tenía los tan esperados 18 años y Ali solo quería que saliésemos para celebrarlo a lo grande pero por muy increíble que pareciese yo no tenía ánimos para ir a ningún sitio, estar sin Justin me deprimía.
Mi móvil sonó como décimo cuarta vez hoy y de nuevo era la señorita puedo conseguir lo que quiero porque puedo llegar a ser muy pesada.
Ni siquiera pude saludarla porque ya me estaba gritando.
-¿En serio no vamos a hacer nada?-Sabía perfectamente que Ali había puesto morritos.-
-Te lo vuelvo a repetir, no. Cuando Justin esté completamente bien haremos algo. Te lo prometo pero es que hoy no estoy de humor.-A parte de que estaba triste por no haber visto a Justin en dos días también lo estaba porque mi padre no se había acordado de mi cumpleaños.-Si quieres puedes venir a casa y preparamos una tarta, no la podemos comer viendo una buena peli y podemos darle algún trocito a Ryan.
-Vale... pero me debes una buena fiesta.
-Si, te debo una fiesta pero de momento tendrás que conformarte con estar en mi casa a las 7.
Sabía que Ali había aceptado a regañadientes para ella los 18 era algo increíble que había que celebrar por todo lo alto, era una edad que ambas deseábamos con todas nuestras fuerzas, era estar a las puertas de la libertad.
No podía dejar de mirar la pantalla del móvil esperando una llamada de Justin o un mensaje felicitándome pero ya había pasado la hora de comer y nada, no tenía señales de él. Sentía un nudo de lágrimas en mis ojos que estaba conteniendo con todas mis fuerzas.
Toc Toc.
Alguien estaba llamando a la puerta de mi habitación a pesar de que dije que me dejasen tranquila. Me levanté a regañadientes de la cama y abrí la puerta.
-¡Felicidades!-Justin me empujó dentro de la habitación y me devoró los labios.-
Yo no podía decir nada, me había quedado muda por la sorpresa.
-Quería darte una sorpresa por eso no te había llamado.-Justin se pasó la mano por el pelo.-
Mi cuerpo se movió solo y me lancé contra Justin volviendo a unir nuestros labios en un apasionado beso que duró lo suficiente para dejarme completamente sin aire.
-¡¡Guau!!-Justin se rió.-
-Llevo...dos...días...sin...verte...,necesitaba...besarte...o...me...moría.-Mis palabras salían atropelladamente por culpa de la falta de oxígeno.-
Justin me rodeó la cintura con sus brazos.
-Yo también te he echado de menos.-Me volvió a besar pero esta vez fue más corto.-Por cierto te tengo un regalo.
-No hacía falta que me regalaras nada ¿lo sabes?
-Lo sé pero este es un regalo del que nos vamos a aprovechar todos.
Elevé una ceja, quería que soltase de una vez lo que era.
-Suéltalo ya Bieber.
-He conseguido una casita cerca del lago para pasar el fin de semana que viene, por supuesto que tú le dirás a tu padre que solo vais Ali y tú, se supone que Ryan y yo nos vamos a Toronto a ver a unos amigos.
Me encantaba el regalo un fin de semana entero con él sin mi padre cerca era el mejor de los regalos.
No pude evitar dar saltitos de alegría mientras aplaudía y gritaba.
-Me encanta.-Pasé mis brazos por su cuello para atraerlo más a mí.-¿Cómo te encuentras?
-Bien, ya no me duele apenas y estar contigo mejora mucho las cosas.
Mi amplia sonrisa hacía ver mi felicidad en ese momento pero como siempre alguien tenía que estropear mis momentos felices. Peter vino a buscarme a mi habitación, mi padre le había mandado a buscarme porque alguien había venido a verme. Justin de había quedado esperándome en mi dormitorio por suerte Peter no lo vio allí. De camino al salón pensé en todas las personas que podrían venir a visitarme, pensé en mis tíos pero esa posibilidad se me olvidó pronto debido a que ellos odian a mi padre, después pensé en Ali y en sus padres pero ya había quedado con ella a las 7 así que esa posibilidad también se esfumó.
Cuando entré en el salón me encontré con mi padre sentado en una silla en frente del sofá y en éste un chico al que no reconocía pero la verdad es que no sería capaz de reconocer a nadie de espaldas.
-Aquí está.-Mi padre y el chico se levantaron y ambos me miraron.-
Oh dios mio no, esto no era verdad. Esto no me podía estar pasando a mí. Sentí todo mi alrededor volverse negro y por un momento pensé que me iba a desmayar pero saqué fuerzas de donde no las había y me mantuve firme

miércoles, 23 de julio de 2014

Capítulo 25: " Creo que debería dejaros hablar."

Justin estaba dormido y su respiración era tranquila, sentí un gran alivio al asegurarme de que estaba bien y que no habían tratado de engañarme para que no me preocupara.
Me senté en una especie de pequeño sofá-silla al lado de la cama y agarré su mano la cual estaba caliente.
-Me alegra mucho saber que te vas a poner bien ¿sabes? creo que casi me muero cuando te vi herido y yo no podía hacer nada para ayudarte.
Sabía que estando dormido no iba a contestarme pero necesitaba contarle como me sentía, necesitaba sacarlo todo de mi interior.
-Le he dado mil vueltas a lo que siento por ti, no se como he llegado a quererte y a necesitarte tanto en tan solo unas semanas. Nunca me había pasado y estoy asustada porque sé que si algún día me dejas no...-Las lágrimas empezaron a resbalar por mis mejillas, solo el imaginar a Justin apartándose de mi lado me producía un dolor indescriptible.-eres lo único positivo que queda en mi vida y si eso desaparece no sé si me quedaran fuerzas para levantarme todos los días.
Solté la mano de Justin para poder secarme las lágrimas justo en el momento en el que mi móvil comenzó a sonar.
...
-¿Ha pasado algo en casa, Ryan?
-No todo esta bien. Solo llamaba para avisarte de que iré a llevarte algo de ropa para que te cambies y estés más cómoda para pasar allí la noche, no sabes lo enfadado que está tu padre por eso.
-Me da igual como se ponga mi padre, tendría que estar preocupándose por otras cosas y no por lo que yo haga o deje de hacer. Y gracias por lo de la ropa, ¿Ali no sabe nada todavía no?
-No, todavía no he hablado con ella.
-Vale, no quiero que sepa nada hasta mañana. La conozco tan bien que sé que va a querer venir y ahora mismo necesito estar tranquila y Justin también.
-No te preocupes no le diré nada, estaré allí en 20 minutos.
-Vale, ahora nos vemos.
...
Después de hablar con Ryan salí a buscar a un médico, todavía me dolía la muñeca. No quería dejar sólo a Justin, es más intenté aguantarme todo lo que pude el dolor pero llegó un momento en el que no podía más y necesitaba que el dolor se calmase.

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-Por suerte no ha sido una rotura pero para asegurarnos que el hueso no se dañe más vas a tener que llevar esta venda unos días.-El médico terminó de gendarme la muñeca. Por suerte me estaba atendiendo el mismo médico que de había ocupado de Justin.-
-Doctor, soy la novia de Justin, bueno el chico que ha operado hoy por una herida de bala.-El médico me sonrió mientras asentía.-Bueno me gustaría saber cuando va a despertarse de la anestesia, la verdad es que necesito hablar con él para saber que está completamente bien, no es que no me fie de usted y de su graduado en medicina pero hasta que yo no le oiga a él decir que se encuentra bien no voy a poder creermelo del todo ¿me entiende?
-Claro que te entiendo pero de verdad no tienes de que preocuparte fue una herida más bien superficial y no dañó nada importante pero si estás más tranquila podrás hablar con él por la mañana. Seguramente esta muy cansado y aunque se pasen los efectos de la anestesia en mitad de la noche necesitará descansar para recuperar fuerzas.
Le di las gracias algo más tranquila, se le veía un buen hombre y un buen doctor que sabía lo que hacía.
Cuando llegué a la habitación me encontré la puerta abierta, me puse nerviosa y me preparé para atacar a cualquiera que estuviera ahí dentro. Entré silenciosamente en la habitación y cuando estaba a punto de golpear por la espalda al invitado, éste se dio la vuelta y pude ver que era Ryan. Solté todo el aire de golpe haciendo que pareciese un jadeo.
-Me has dado un susto de muerte.-Ryan se llevó la mano al pecho.-
-Tú también me has asustado ¿sabes?-Crucé las manos sobre mi pecho.-Pensé que eras uno de esos tipos y he estado a punto de pegarte. Dale gracias a Dios que me he dado cuenta de que eras tú.
Ryan se echó a reír.
-Sí, eres todo un peligro. Por cierto ahí tienes tu ropa, entra al baño y cambiate yo me quedó aquí mientras.
Abracé a Ryan y después me metí en el pequeño cuarto de baño de la habitación. Ryan me había traído unos pantalones cortos de chandal, una camiseta de tirante, unas deportivas y una rebeca.
Tardé en cambiarme menos de 7 minutos, me eché algo de agua en la cara para espabilarme y salí del baño. Ryan estaba apoyado en la pared obseevando por la ventana desaparecer la poca luz que quedaba fuera pero en cuanto me vio se giró para mirarme.
-¿Estás segura que quieres quedarte esta noche? Puedo quedarme yo si quieres.
-Ryan voy a estar bien, necesito saber que él va a estar bien y estaría más tranquila. Sé que te gustaría quedarte tú pero esta noche necesito hacerlo yo, no quiero que te enfades...-Ryan me interrumpió antes de que pudiera seguir soltándole todo el discurso.-
-No me voy a enfadar porque te entiendo pero no quiero que estés incomoda además de que tu padre me ha ordenado que te lleve a casa.
Hice como que no había escuchado lo de mi padre no merecía la pena estar enfadada, además estaba muy cansada como para pensar en ni siquiera molestarme.
-Bueno yo me voy yendo solo quería asegurarme de que los dos estabais bien y traerte tu ropa, mañana por la mañana me pasaré de nuevo.
Antes de irse me dio dos besos y un abrazo. Ryan se había convertido en un hermano para mí, se aseguraba de que estaba bien y además se preocupaba por mí, y yo no podía evitar quererlo. Era un buen chico.
Me senté al lado de Justin a observar como se iba poniendo al sol mientras el sueño me iba venciendo y al final me quede dormida.

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Los rayos del sol me despertaron, no había bajado las persianas y la luz me estaba dando directamente en los ojos.
-Buenos días.-Mi corazón empezó a latir desbocado, Justin estaba despierto.-
-Buenos días.-Le Sonreí.-¿Cómo te encuentras?
-Bien, no me duele tanto.
Algo en su tono de voz me puso la piel de gallina, parecía...enfadado.
Me quedé en silencio, no podía hablar, estaba contenta porque estuviera bien pero no entendía su tono.
-¿Qué-qué te pasa?-Me temblaba la voz.-
-¿Qué haces aquí?
¿Me lo estaba preguntando en serio? Estaba empezando a cabrearme de verdad.
-Primero no me hables así y segundo no me respondas con otra pregunta.
-Quiero que te vayas a casa ______________.-El tono de voz de Justin era duro.-
-¿Me lo estás diciendo en serio?
Justo cuando Justin iba a contestar se abrió la puerta y apareció Ryan.
-Buenos días.-Ryan estaba sonriente.-¿Interrumpo algo?
Paseé la mirada por Justin y por Ryan, estaba que echaba humo y si no salía de la habitación haría mucho daño a Justin.
-No, me voy.-Vi algo de esperanza en los ojos de Justin y con toda mi mala leche se la quité.-Me voy a por un café, no cantes victoria Bieber.
Salí cerrando de un portazo, ni siquiera me di cuenta de que Allí estaba allí.
-¿Por qué no me llamaste para contármelo?-Ali estaba enfadada, bueno ya eramos dos.-
-Ahora no es el momento Ali, vamos a por un café o voy a matar a alguien.

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A pesar de mi enfado también le cogí algo de comer a Justin con la esperanza de que le dejasen comérselo, Ali le cogió también algo de desayuno a Ryan. Cuando llegamos de nuevo al hospital no nos habíamos terminado el café y le pedí a Ali que me esperaba en la sala de espera mientras le llevaba el desayuno a Ryan y los dulces a Justin. De camino a la habitación se me ocurrió un plan malvado para hacer escarmentar a Justin.
Entré en la habitación y sin decir nada les solté las cosas encima de la cama.
-Ryan estaré en la sala de esperando desayunando con José, cuando te vayas avisame y me quedo yo.
Ryan me miraba confuso y Justin enfadado, antes de salir de la habitación ya me estaba preguntado sobre quien era ese José.
-Cuando salí a por el desayuno el salía de su turno, es enfermero, y le invité a tomarse uno. Se le veía cansado y hambriento. Y ahora me esta esperando para terminarnos el café así que si me disculpas me voy.
-Ni se te ocurra desayunar con ese José.-Justin estaba más cabreado que antes.-
-Y a ti ni se te ocurra volver a hablarme como antes.
Ryan se levantó de al lado de Justin.
-Creo que debería dejaros hablar.
-Ali esta en la sala de espera Ryan.
Justin me miraba confuso, sí me había reído de él.
-Mira Justin me da igual que me pidas que me largue porque no lo voy a hacer, no te haces ni una idea de lo mal que lo he pasado viéndote en esa jodida cama y lo primero que se te ocurre decirme cuando te despiertas es que ¿qué hago aquí? Y no hay ningún maldito José solo lo he hecho para joderte como tu me has hecho a mi.-Ni siquiera me di cuenta de que estaba llorando.-No sabes lo mal que lo he pasado y tú solo te comportas como un cap*ullo.
Justin intentó levantarse para acercarse a mi pero no lo dejé, no quería que se hiciese daño aunque estuviese cabreada.
-Lo siento, yo...no quiero verte aquí pasándolo mal. Se lo mucho que odias el mundo de tu padre y jo*der no quería que pasaras por esto. Yo pensaba que después de esto querrías dejarme...
-No digas tonterías Justin.
Me acerqué a él y le besé.
-Te quiero y nada va a hacer que te deje así que quítate eso de la cabeza.
-Yo tampoco te voy a dejar, tú también eres lo único positivo en mi vida ahora mismo.
Ayer cuando le hablé me había escuchado y me sentía avergonzada.
-No quiero hacerte recordar el pasado pero ¿qué pasa con esos hermanos Trevor?
Justin se puso serio pero todavía quedaba el brillo de no felicidad en sus ojos de antes.
-De acuerdo te lo contaré pero tumbate conmigo.-Justin me hizo espacio a su lado y yo me acomodé trantando de no hacerle daño.-
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Bueno creo que a partir de ahora se van a poner las cosas interesantes. Este es un capítulo algo más flojillo pero prometo que los siguientes tendrán más acción :D Espero que os este gustando la novela. Ahora ya tengo más tiempo y podré cumplir con lo que prometí, subiré capítulo los domingos y bueno... ¿que más decir? Podéis dejar vuestros votos y comentarios.
Podéis encontrarme en twitter @LetsDreamJB o en instagram letsdreamjb ahí subo algunos adelantos y podéis dejarme vuestra opinión o decirme lo que queráis.
No me lío más y BESOS A TOD@S SOIS INCREÍBLES Y MIL GRACIAS POR SEGUIR MI NOVELA.
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domingo, 13 de julio de 2014

Capítulo 24: "Mírame cariño."



La cara de Justin se quedó blanca como la nieve, pude ver el fuego de la ira en sus pupilas ahora dilatadas. Me había dado cuenta de que él esperaba que esos tipos fueran de ese Parker o que fuesen nuevos en el negocio, cualquier cosa menos ese tal Miguel Trevor. La curiosidad estaba empezando a quemarme por dentro quería saber quiénes eran, qué querían y qué pasó, por el aspecto de Justin sabía que no había sido nada bueno aunque en realidad en el mundo de Thomas Moore no solían pasar cosas buenas, solo desgracias y dolor.
Escuché el ruido de unos neumáticos chirriar en la carretera, al principio pensé que seríamos nosotros, que Ryan había acelerado tanto que había acabado derrapando en alguna curva pero cuando Justin se giró y miró detrás de nosotros supe que eran ellos de nuevo. Cerré los ojos con fuerza, solo quería imaginar un lugar mejor, en el que Justin y yo disfrutábamos de nuestro amor sin preocuparnos de que mi padre lo quisiese matar, sin que cada dos por tres intentaran llegar a cualquiera de nosotros o que incluso Justin no se tuviese que preocupar de acompañar a la basura de mi padre a hacer un negocio.
Sentí el acelerón que dio Ryan, ahora esto se había convertido en una persecución en la que alguien más podría salir herido, cualquier conductor o peatón que pasara por allí. Quise incorporarme en el asiento para poder abrocharme el cinturón pero sentí un pinchazo de dolor en mi muñeca, la misma en la que Dan me había hecho daño aquel día horroroso, la diferencia de aquel dolor con este es que ahora sentía miles de pinchazos atravesarme la muñeca. No quería hacer ningún ruido y actuar normal para no preocupar más a Justin pero cuando nuevamente intenté apoyarla para incorporarme el dolor se intensificó e involuntariamente grité de dolor, no era un grito demasiado alto pero lo justo para que Justin y Ryan me escuchasen en el silencioso coche.
Justin se giró asustado para mirarme.
-¿Qué te pasa? ¿Qué va mal ____________?-Justin me miraba preocupado y asustado.-
Quería decirle que no pasaba nada pero si abría la boca volvería a gritar así que negué con la cabeza. Justin no se lo creyó, ya que mi cara decía todo lo contrario. Se puso de pie y saltó de su asiento a la parte trasera donde yo estaba.
-¿Qué…haces? ¿Estás loco? No puedes pasarte atrás cuando vamos a esta velocidad, ¿qué tal si nos estrellamos?-Por un momento la preocupación por Justin sustituyó al dolor pero en cuanto me callé volví a sentir los pinchazos y no pude evitar soltar un gemido.-
-No me eches la bronca __________, ahora no. ¿Qué te pasa? Y ni se te ocurra decirme que nada y que estás bien.
Respiré hondo, intentando tranquilizarme y apartar un momento el dolor.
-Cuando caí en la escalera mis rodillas y los brazos evitaron que me diera un buen golpe en la cabeza, ahora mi muñeca está sufriendo las consecuencias.
Justin agarró con suavidad mi brazo, cuando lo levantó para echarle un vistazo me fijé en que la muñeca se me había hinchado. Justin la acercó a su boca y le dio un pequeño beso.
-Ryan despístalos y llévanos al hospital.-La voz de Justin era dura.-
Nuestro coche volvió a acelerar pero esta vez no se escuchó el ruido del motor solo se escucharon disparos. Todo pasó a cámara lenta, Justin me tumbó en los asientos traseros protegiéndome con su cuerpo. Podía escuchar cómo le gritaba a Ryan pero no podía concentrarme en lo que decían solo podía estar concentrada en controlar el miedo, no dejarle hacerse cargo de mí, no podía dejar que me atrapase. Tampoco podía evitar pensar que esto era una locura surrealista ¿a quién le pasa estas cosas? Seguramente el 90% de las personas en la tierra tenían vidas normales.
Justin me zarandeó para llamar mi atención, había estado tan concentrada en calmarme que no me había dado cuenta de que me estaba hablando. Pasó sus manos por mi cara asegurándose de que estaba bien.
-¡_____________, dime que estás bien! ¡Por Dios respóndeme y dime que no te han dado!-Justin dejó un suave beso en mi frente.-
-Es-estoy bien.-Pero la verdad es que ni yo misma lo sabía, no sentía dolor en ninguna otra parte que no fuese la muñeca pero ya no tenía nada seguro.-
Me incorporé y me pasé las manos por todo el cuerpo para estar cien por cien segura de que estaba perfecta. Miré directamente a los ojos de Justin y asentí con más seguridad pero hubo algo en la cara de Justin que me decía que algo no estaba bien.
-¡¿Qué pasa?!-Justin no me respondía solo se mordía el labio inferior y apretaba su hombro. Me fijé un poco más y pude ver la sangre manchando su camiseta.-
Sentí mi corazón bombear con fuerza y solo podía repetir en mi cabeza una y otra vez que Justin estaba herido. Me incorporé y empujé a Justin para que se tumbara mientras ahora yo lo protegía con mi cuerpo y presionaba su herida con mis manos.
-¡Ryan tienes que dejarlos atrás, tenemos que llevar a Justin a un médico!-Ryan nos miró por el espejo retrovisor y vi reflejada la preocupación en su mirada.-
-Pero…tu muñeca…-A Justin le costaba hablar por el dolor, era un idiota si pensaba que mi maldita muñeca era más importante que el hecho de que hubiera recibido un tiro.-
-Justin no digas estupideces. Te tienen que ver la herida y curarte.
Mis manos se estaban empapando de la sangre de Justin y yo estaba a punto de desmayarme, Justin se veía cansando pero no podía dejar que se durmiese.
-¡Justin no cierres los ojos!-Agarré su cara con mi mano libre.-Mírame cariño,  no dejes que tus ojos se cierren. ¿Puedes hacerlo por mí?
Justin asintió a pesar del dolor que sabía que sentía. Ryan se volvió para mirarnos y bajó la velocidad del coche. Me incorporé un poco para fijarme en los coches detrás nuestra y ninguno era el de esos tipos, algo que me dejó más tranquila a pesar de todo el dolor que estaba sintiendo por ver a Justin herido.
El coche paró de golpe y me di cuenta de que ya habíamos llegado al hospital. Ryan salió corriendo del coche y juntos sacamos a Justin mientras yo seguía taponando su herida. En cuanto las enfermeras nos vieron corrieron hacia nosotros y tumbaron a Justin en una camilla. Llamaron a un doctor para meterle en quirófano y así poder sacar la bala de su hombro. Una enfermera me intentó tranquilizar repitiéndome una y otra vez que no se veía una herida grave, que había perdido mucha sangre pero que con una transfusión a tiempo no había de que preocuparse.
-Te vas a poner bien eres fuerte y sé que vas a estar bien.-Le di un corto beso en los labios a Justin.-Te Quiero.
En cuanto se lo llevaron al quirófano no pude evitar ponerme a llorar, ya se me había olvidado el dolor en la muñeca y todo, solo importaba que Justin saliese de esta. Ryan me abrazó sin decirme nada, seguramente él estaba igual de preocupado que yo o posiblemente más, eran mejores amigos desde hacía mucho tiempo y tenía que estar sufriendo mucho al ver al que era como su hermano en una camilla y lleno de sangre.
Cuando los dos conseguimos darnos algo de consuelo me llevó a unos servicios para que me lavara la sangre de las manos. De nuevo me puse a llorar cuando me miré en el espejo, mis manos estaban llenas de la sangre de Justin al igual que mi camiseta, tenía los ojos rojos y unos pelos de loca. Me arreglé un poco como pude, logré hacer desaparecer la sangre de mis manos pero la que manchaba mi camiseta no se iba por mucho que frotase.
-___________ tenemos que hablar urgentemente.-Ryan dio unos golpecitos en la puerta para llamar mi atención.-
Salí de allí arrastrando los pies, y nada más salir me volví a tirar en los brazos de Ryan. Después de un abrazo de diez segundos Ryan me apartó con cuidado, al parecer lo que tenía que contarme era muy urgente y por unos momentos yo me asusté.
-Primero, tu padre estará aquí en media hora y no te puede ver tan hecha polvo o sospechará algo y no conviene que se entere de lo vuestro si queremos a un Justin vivo.-Asentí muy despacio, esa parte la entendía pero había algo que me preocupaba.-
-Yo me quiero quedar aquí hasta que él vuelva a casa.-Ryan iba a replicarme pero no lo dejé terminar.-Ya me inventaré algo, además esto es mi culpa y mi padre entenderá que este preocupada por él, por el chico que me ha salvado. Además puedo ser muy cabezona cuando quiero y mi padre siempre cede a lo que le digo.
-¿No te puedo hacer cambiar de idea? A Justin no le gustará que te quedes aquí, querrá que estés segura y descansando en tu casa y no aquí preocupada por él.
Sabía que Justin me dirá eso en cuanto estuviese consciente y me viese pero la verdad es que me daba igual lo que dijese porque pienso quedarme.
-No voy a irme Ryan y me da igual que me lo pidas tú, que me lo pida mi padre, que me lo pida Justin o el mismo Dios.
Ryan soltó una pequeña carcajada y yo no pude evitar  sonreír con él, era nuestra forma de deshacernos de los nervios acumulados y de la preocupación.
-Vale. Ahora vayamos al segundo punto y más importante tenemos que ponernos de acuerdo en que le vamos a decir a los médicos y a la policía, una herida de bala es algo muy sospechoso y más si se trata de uno de los chicos de tu padre, así que tenemos que decir algo que resulte convincente y que no nos meta en ningún problema.-Asentí y le dejé que siguiera hablando.-Diremos que íbamos al centro comercial cuando intentaron robarnos y Justin intentó pelear y se llevó el disparo. He llamado a un amigo que se presentará como testigo.
-Va-vale…No creo que me resulte muy difícil mentir, ya lo he hecho antes.
Después de repasar varias veces la cuartada fuimos a la sala de espera, estábamos desesperados porque saliera alguien a decirnos como estaban las cosas.
Ya llevábamos allí una hora cuando un médico salió del quirófano, mi corazón empezó a bombear sangre demasiado rápido a través de mis venas.
-Amigos y familiares del Señor Bieber.-El doctor hablo muy calmado lo que me relajó no parecía el tono que se utilizaba para dar malas noticias.-
Ryan y yo nos levantamos de un salto y nos acercamos a paso rápido a donde se encontraba el doctor.
-La herida del Señor Bieber no ha sido muy grave pero ha perdido mucha sangre así que hemos tenido que hacer una transfusión pero él está fuera de peligro, si todo va bien en dos semanas podrá irse a casa.-El doctor nos dedicó una amplia sonrisa.-
-¿Podemos ir a verle?-Necesitaba verlo para creerme que de verdad estaba bien.-
-Ahora mismo estará dormido por la anestesia pero pueden pasar a verlo siempre y cuando lo hagan de uno en uno.
Ryan y yo asentimos y el doctor desapareció por una puerta doble. Abracé a Ryan contenta porque todo había salido bien.

Ryan fue el primero en pasar a ver a Justin mientras yo esperaba a mi padre. Solo tardó quince minutos en entrar en el hospital con dos de sus chicos que si mal no recordaba se llamaban Peter y Daniel.
-¿Cómo está?-Mi padre no presentaba ninguna expresión en su cara, a él le daba igual si vivía o moría y eso me calentó la sangre de una manera…-
-Está bien, fuera de peligro y en dos semanas puede volver a casa.-Mis palabras eran frías y cortantes.-
-Vale, entonces ya podemos volver a casa.
Mi padre me agarró del brazo para sacarme de allí pero yo me aparté de un tirón. Mi padre me miró sorprendido.
-Yo me quedo, si él está aquí es por mi culpa.-Lo dije bastante claro.-
-Tú te vienes a casa conmigo aquí no se te ha perdido nada.-Mi padre estaba empezando a cabrearse.-
-No y te recuerdo que soy igual de cabezona que mi madre y si tengo que volver a amenazarte o decir que estabas tratando de llevarme a la fuerza a la policía para quedarme lo haré y me importa un pepino que te enfades. Justin está en esa cama con una herida de bala en el hombro por nuestra maldita culpa y si a ti no te queda cargo de conciencia me da igual porque tú ya estás podrido pero yo no soy tú y eso debería quedarte claro de una vez.
Mi padre se encendió por la rabia, odiaba que se enfrentaran a él odiaba que yo tomara mis propias decisiones y que fuese capaz de cualquier cosa para hacer lo que me propusiese.
-Esto no va a quedar así ____________ Moore, no vas a volver a tratar de manejarme como te dé la gana porque la próxima vez que lo hagas no me importará que seas mi hija.
Miró a sus chicos y tras asentirles se largaron de allí dejándome con mi sensación de victoria y con la adrenalina por las nubes.
Ryan solo estuvo diez minutos más con Justin después de que se fuese mi padre.
-Ya puedes pasar a verle.-Me dedicó una amplia sonrisa.-Más tarde me pasaré tengo que hablar con tu padre.-Ryan se fue.-
Estaba nerviosa, respiré profundamente y entré en la habitación de Justin.

martes, 24 de junio de 2014

Capítulo 23: "Quiere vengarse."



Justin y yo comimos en la habitación, el servicio de habitaciones nos trajo para probar de todo un poco. Justin comió como un loco, no llegaba a entender dónde metía tanta comida, después vimos un poco de televisión pero Justin se quedó dormido a mi lado, había sido un día muy largo y entendía su cansancio.
Yo necesitaba estirar las piernas un poco, llevaba mucho tiempo tumbada en la cama y se me estaban empezando a quedar dormidas. Mi primera idea fue dar un pequeño paseo por la habitación pero no quería molestar a Justin así que me decidí por pasear por el hotel para verlo un poco y de paso mirar si había alguna tienda de suvenires donde comprarme algo de ropa para dormir. Bajé en el ascensor hasta la planta baja, la recepción era enorme, con todo el ajetreo de esta mañana ni siquiera me había fijado, a un lado había una pequeña tienda donde vendían todo tipo de recuerdos para los turistas y para mi suerte vendían camisetas con la bandera de Canadá perfectas para dormir fresquita.
Por suerte no había sido muy cara y me había llegado con el poco dinero que había tenido tiempo de coger, cuando salí me encontré a unos tipos muy raros hablando con la recepcionista, uno de ellos me sonaba muchísimo pero no sabía de qué. Me acerqué con cuidado para que no se diesen cuenta y así poder escuchar la conversación.
-Lo siento señor pero no podemos darle esa información.-La recepcionista se estaba disculpando con el tipo que tanto me sonaba.-Ya le he dicho que no podemos dar información privada de nuestros huéspedes.
-Ya le he dicho que soy el tío de la señorita Moore y que me han mandado a buscarla.
Mi corazón se quedó parado de golpe, me estaban buscando a mí. Cuando miré de nuevo a ese grupo de hombres recordé que a uno de ellos lo había visto en la entrada de mi casa cuando escapábamos. ¡Mier*da! Tenía que irme sin que me viesen y avisar a Justin para largarnos de aquí. Con el mismo cuidado que había empleado cuando me acerqué, comencé a alejarme para que no me vieran. Conseguí llegar a la zona de los ascensores con éxito pero el maldito cacharro estaba tardando mucho en llegar.
-¡Mire seños allí esta su sobrina!-Era la recepcionista la que estaba gritando.-
Sentí el pánico crecer dentro de mí. Volví a golpear el  botón del ascensor con urgencia pero estaba parado en la planta 6 y no iba a llegar a tiempo. Me giré buscando una salida y encontré a esos tipos corriendo hacia mí. Giré de nuevo buscando una maldita salida y gracias a Dios encontré unas escaleras de servició. Me precipité a ellas y las subí corriendo pero esos hombres ya me estaban pisando los talones cuando llegué a mi planta. Cuando pensaba que ya estaba a salvo sentí una mano cerrarse en torno a mi tobillo haciendo que cayera de boca en las escaleras. Sentí un dolor agudo pinchando en mis rodillas y en mis brazos que habían amortiguado mi caída, tenía a uno de esos imbé*ciles encima de mí. Pataleé y grité como nunca lo había hecho rezando para que alguien me escuchara y viniese a ayudarme.
-¡Cállate zo*rra!- El tipo que había encima de mí me golpeó en un lado de la cara con su mano.-
Sabía que si no me lo quitaba de encima en seguida los otro dos nos alcanzaría y ya estaría perdida, no tendría escapatoria. Lancé mis puños contra su cara y por suerte le di un buen golpe en el labio haciéndolo sangrar, utilicé esa distracción para golpear con mi pie su estómago y conseguí liberarme. De nuevo empecé a correr buscando mi maldita habitación pero me estaba costando horrores por culpa del dolor que estaba sintiendo. Grité el nombre de Justin y de Ryan deseando que alguno de los dos me escuchara y saliese, escuchaba las pisadas detrás de esos tipos detrás de mí, no estaban muy lejos. Con toda mi mala suerte tropecé con la moqueta del pasillo cayendo de bruces al suelo, intenté levantarme pero estaba cansada y dolorida y simplemente no podía. En un último esfuerzo grité lo más fuerte que pude el nombre de Justin, era ya mi única opción, gritar. Escuché más pisadas por el pasillo, ya estaban a unos pocos metros de mí. Sentí unas manos agarrarme y levantarme del suelo, iba a girarme para seguir peleando cuando me di cuenta de que estaba a punto de golpear a Justin. Casi grito de la alegría de verle, me había escuchado, gracias a Dios me había escuchado.
-¿Qué te ha pasado?-Justin me preguntó preocupado.-
-Nos…nos han encontrado, tenemos que irnos de aquí estaban muy cerca de mí cuando me caí.
Justin pareció entender a la perfección lo que le estaba diciendo, me ayudó para que pudiese caminar mejor y nos arrastramos hasta la habitación. En el momento en el que Justin cerró la puerta escuchamos pasos de alguien corriendo pasar por delante de nuestra puerta pero por suerte no se pararon.
-¿Qué ha pasado? Quiero saberlo todo.-Justin andaba nervioso de un lado a otro de la habitación.-
Me incorporé en la cama para poder verle mejor.
-Bajé a por una camiseta para dormir esta noche cuando los vi en recepción hablando con la recepcionista, pude escuchar que decían que era su sobrina y que les habían mandado a recogerme. Estaba intentando coger el ascensor cuando la recepcionista les grito que estaba allí, el ascensor no llegaba así que subí corriendo las escaleras.-Hice una pequeña pausa para tratar de descifrar la expresión de Justin.-Cuando estaba llegando me agarraron del tobillo y caí en las escaleras, conseguí golpearle y escapar antes de que los otros dos nos alcanzaran. Grité tu nombre y el de Ryan pero no me escuchabais, me tropecé con la maldita moqueta y tú me encontraste. Creo que es un buen resumen.
Justin se quedó callado y después me besó. Se alegraba de que estuviese bien.
-Ahora tenemos que ir a por Ryan y largarnos de aquí.
Antes de salir de la habitación nos aseguramos de que no había nadie en el pasillo, por suerte éste estaba desértico al igual que hace unos momentos, Justin agarró mi mano y corrimos hasta la habitación en la que estaba Ryan.
Justin golpeó la puerta hasta que Ryan nos abrió y Justin nos tiró dentro.
-Están aquí, hay que irse.
No hizo falta que Justin le dijese nada más a Ryan. Solo tardamos 10 minutos en llegar hasta el coche. Justin y Ryan estaban en la parte delantera y yo en la parte trasera.
-Sé quiénes son esos tipos, Justin.-Ryan estaba hablando muy serio.- ¿Te acuerdas hace unos años los hermanos Trevor? Pues esos son Miguel y sus chicos. Quiere vengarse Justin.